¿Estamos siendo felices o estamos fingiendo ser felices?


¿Estamos siendo felices o estamos fingiendo ser felices?

Suelo todos los días después de mi trabajo, sentarme en mi habitación con la vista en alguna grieta de la pared, apago las luces y me pongo a imaginar mi vida, me pregunto si estoy conforme con ella, si esto es lo que quiero y mi respuesta viene casi inmediatamente: NO. 

No que haya algo terriblemente mal con ella, no que la vida me haya tratado de la patada o que me hayan roto el corazón, no que tenga una enfermedad terminal ni que mis padres ya no estén, no, nada de eso, al parecer todo va bien, pero no va bien al mismo tiempo y no sé por qué, me pregunto cada día si allá afuera hay alguien más pensando en que esto no tiene nada de sentido, me refiero al existir como tal, al ser, me cuestiono a diario ¿Para qué? ¿Por qué? y me cae como un balde de agua fría al escucharme mentalmente tan egoísta y pensar que todo es por mí, por un ser humano tan insignificante, y caigo en cuenta que tal vez no existamos por nosotros, si no, para salvarle la vida a alguien más. 

Y dirán... ¿Si tu vida no te apetece como vas a poder ayudar a alguien más? es impresionante lo que una sonrisa hace por otra persona, un “Buenos días”, un “Hola”, un gesto de amabilidad. Estamos tan sumergidos en la rutina que nos olvidamos de lo esencial, de amar y de vivir, de los momentos plenos que son pocos pero que, si existen, nos olvidamos de que tal vez no es por nosotros que estamos aquí, si no por los demás, así como una gran cadena de bondad, si a todos nos interesara más el prójimo que nosotros mismos, esto sería el paraíso en la tierra. 

Cuanto nos falta por aprender, por trabajar en nosotros mismos, por crear y dejar florecer, cuantas virtudes tenemos que alcanzar y cuanta negatividad deberíamos dejar de lado, si solo fuéramos más agradecidos con todo, podríamos ayudar a aquellos que viven día a día en el infierno y necesitan un acto que les devuelva la esperanza. 

En lo personal seguiré trabajando en mí, en reconstruirme, para así reconstruir a los que me rodean, pero si me vez, intento siempre andar con una sonrisa por ahí, aunque este quebrada por dentro, porque no sé cuándo esa sonrisa le cambiará la vida a alguien. 

A veces deseo que me regalen una valiosa señal de que no estoy sola, que también anda alguien por ahí sonriendo mientras me encuentra. 

Comentarios

Publicar un comentario